En 1867, el ingeniero y militar estadounidense Benjamin Berkeley Hotchkiss se instalaría en Francia donde abriría una sucursal de su empresa de armas y municiones que prosperaría durante la guerra franco-prusiana de 1870-1871. Con la llegada del nuevo siglo, la compañía comenzaría a interesarse por la industria automotriz y comenzaría a realizar piezas mecánicas para varios clientes, incluidas fábricas de automóviles como Panhard o De Dion-Bouton y en 1903, construiría su primer chasis al que acoplaría un motor de 17 caballos de fuerza.

A este modelo le seguirían otros como el Hotchkiss AD de 1913 que irían orientando a la marca hacia un mercado mayoritariamente compuesto por una clientela burguesa adinerada que buscaba comodidad y conveniencia. Durante la Primera Guerra Mundial, la producción de automóviles se detendría y no se reanudaría la misma hasta 1920, año en el que Hotchkiss presentaría su nuevo modelo, el AH, que continuaría con la senda marcada por el AD, y con otros como el AF, AK, AL, AM, AM2 y AM80 con los que el pequeño constructor francés se plantaría en la década de 1930. La innovación mecánica que traerían estos modelos sería una nueva línea de motores con válvulas en cabeza estrenada en 1925 en el AM2. Estas unidades de potencia de cuatro y seis cilindros, con 2.3 y 3.0 litros de desplazamiento respectivamente, serían la base posterior de todos los modelos Hotchkiss hasta la absorción de la empresa en 1954 por Delahaye, convenientemente mejorados con el paso de los años.

A mediados de la década de 1930, la aerodinámica también sería una gran influencia en el diseño de los modelos de Hotchkiss con sus parrillas ligeramente inclinadas y maleteros integrados en la carrocería. En 1936, Hotchkiss compraría Amilcar, un pequeño fabricante francés reconocido sobre todo por sus coches de competición, y presentaría el Amilcar Compound, un prototipo creado por el ingeniero Jean Albert Grégoire con el apoyo de L’Aluminium Français, mientras que la gama ofrecida a la venta se compondría de la serie 400 y la 600 y sus distintos modelos, donde la primera cifra denotaría el número de cilindros y las dos siguientes los caballos fiscales del vehículo.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, de nuevo la actividad de la compañía se reduciría a la fabricación de armamento y suministro de camiones para el ejército y en 1942, Peugeot se convertiría en accionista mayoritario de la compañía adquirió una participación significativa en la capital de Hotchkiss a finales de julio de 1942. Una vez terminado el conflicto bélico, Hotchkiss retomaría lentamente sus actividades modificando los vehículos preexistentes, por ejemplo los dos modelos 864 S49, una evolución del Hotchkiss 486, y 686 S49 serían reemplazados el Anjou, que mantendría la misma mecánica pero adoptaría una nueva carrocería.

En 1951 se presentaría el moderno y aerodinámico Hotchkiss Grégoire, pero de difícil y costosa producción, equipado con muchos elementos en aluminio, tracción delantera y motor de cilindros opuestos del que se producirían unas pocas unidades que pondría en serias dificultades financieras a Hotchkiss hasta el punto que su último modelo diseñado, el Hotchkiss Monceau, nunca llegaría a la fase de producción.

Después de la fusión en 1946 con Delahaye, Hotchkiss abandonaría la producción de turismos. Sin embargo, la fábrica continuaría fabricando furgonetas y camionetas hasta 1969 con el nombre de Hotchkiss, y los jeeps bajo licencia de Willys-Overland con el nombre de Hotchkiss-Delahaye. En 1956, Hotchkiss se fusionaría con la Société Nouvelle Brandt y se convertiría en Hotchkiss-Brandt. Desde 1963 hasta 1967, Hotchkiss se convertiría en comercializadora en Francia de los camiones Leyland, y en 1969 cesaría la producción definitiva de camiones tras integrarse en el grupo Thomson-CSF (Compagnie Générale de Télégraphie).

Hotchkiss Grégoire

El vehículo
Como muchas otras compañías del sector automotriz, la Segunda Guerra Mundial dejaría a Hotchkiss con apenas recursos para relanzar la fabricación de automóviles, tendiendo que regresar al mercado con la tecnología de antes de la guerra con modestas actualizaciones estilísticas en las carrocería para ofrecer una gama que permitiera a sus maltrechas finanzas recuperarse. Hacia el final de la década de 1940, el fabricante propondría un nuevo modelo basado en un prototipo creado por el diseñador de la firma Jean-Albert Grégoire con un bastidor de aluminio, tracción delantera y una aerodinámica avanzada para la época.

Este modelo representaría el intento de Hotchkiss de presentar un vehículo innovador y romper con la imagen de sus automóviles anteriores, coches que en algunos casos tenían un diseño que se remontaría hasta la década de 1920. El proyecto de Grégoire para un automóvil tan innovador fue apoyado por L’Aluminium Français, el fabricante más importante del país, y sería propuesto a Peugeot, accionista mayoritario de Hotchkiss, que vería el proyecto lo suficientemente adecuado, con un riesgo financiero limitado para las necesidades de la marca dada la obsolescencia de su gama y su bajo número previsto de producción, alrededor de 2.500 vehículos al año.

Nacería así en 1951 el Hotchkiss Grégoire, que incluiría el bastidor de aleación ligera y un nuevo motor plano de cuatro cilindros de 2.180 cm³ capaz de entregar 70CV. Estéticamente, el modelo tendría una línea muy aerodinámica con una parte trasera estilizada y cónica y un voladizo delantero muy pronunciado, una solución dictada por la elección de colocar el motor en posición horizontal. Sin embargo, los ingenieros de Hotchkiss se encontrarían con inesperados problemas de producción que elevarían los costes de producción del modelo hasta el punto de hacerlo demasiado caro para la Francia de la posguerra, por ejemplo costaría más del doble que modelos similares como el Renault Frégate o el Citroën Traction Avant 15-Six.

El problema surgiría porque la estructura de aluminio del bastidor, una pieza que incluiría en su sección principal los accesorios de los largueros, toda la partición del compartimiento del motor y el marco del parabrisas, estaría realizado con una sola fundición de aluminio pero debido a las limitaciones tecnológicas del momento, L’Aluminium Français entregaría el bastidor con una tolerancia dimensional que posteriormente requeriría de decenas de horas adicionales de trabajo manual por parte de los carroceros para corregir el conjunto y poder montar cada carrocería que, en la práctica, debieron ser realizadas a mano una a una, conduciendo inevitablemente a costos de fabricación excesivos y su posterior repercusión en el precio de venta, por lo que apenas tres años después de llegar al mercado se interrumpiría la producción después de ensamblar en ese periodo cerca de 250 unidades, la mayoría de ellos berlinas, y unos pocos descapotables hechos a medida por el carrocero Henri Chapron.

La miniatura
El 1 de junio de 2012 se ponía a la venta esta miniatura dentro de la colección Voitures Françaises d'Autrefois (Coches Franceses de Antaño) publicada por Altaya en el país vecino desde enero de ese año y que a través de 90 entregas haría un repaso a los fabricantes de los años 1930 hasta 1990 poniendo especial atención a aquellos menos conocidos o marcas desaparecidas hoy en día como Facel-Vega, Monica, Panhard, SOVAM o Hommell entre muchos otros, sirviendo la colección como un formidable complemento de otras publicadas por la misma editorial como Voitures Classiques (Coches de Época en España) o la versión francesa de Nuestros Queridos Coches (Nos Chères Voitures d'Antan). Las miniaturas, al igual que las otras colecciones mencionadas, estarían realizadas por IXO Models en China y contaría para lo bueno y lo malo con la calidad típica de estos modelos vendidos masivamente en kioscos ofreciendo como ventaja, además de su bajo precio, la posibilidad de conseguir modelos nunca realizados anteriormente a escala 1/43.

Hotchkiss Anthéor

El vehículo
Tras la Segunda Guerra Mundial y para recuperarse de sus efectos, Hotchkiss modernizaría los sedanes 864-S49 y 686-S49, derivados a su vez de los modelos 486, que eran el estandarte del pequeño fabricante francés en los años anteriores al conflicto bélico. De esta actualización nacería el Hotchkiss Anjou, una berlina de lujo producida entre 1950 y 1954, que tendría una versión descapotable denominada Anthèor, que compartiría parte de la estructura del sedán y su mecánica con una carrocería diseñada por Henri Chapron y del que apenas se ensamblarían alrededor de 40 unidades hasta 1954, convirtiéndose ambos en los últimos modelos de automóviles producidos por Hotchkiss antes de su adquisición por Delahaye y su reconversión a constructor de camiones, vehículos todoterreno y militares.

Ambos modelos conservarían el bastidor de madera de fresno sobre el que descansaría la carrocería de chapa de acero, así como el eje delantero con suspensiones independientes, el sistema de frenado hidráulico para accionar los frenos de tambor y la dirección con el volante a la derecha. Como mejoras frente a los vehículos en los que estaría basado el Anjou y el Anthèor, equiparían una nueva columna de dirección, una suspensión trasera más eficiente, deflectores en las ventanas, solamente en el Anjou, y un sistema de calefacción y refrigeración.

Mecánicamente, los dos modelos ofrecerían un motor de cuatro cilindros en línea de 2.312 cm³ con una potencia de 75CV y otro de seis con 3.485 cm³ que entregaría hasta 125 caballos de fuerza. A petición del cliente, el motor de cuatro cilindros motor podía ser alimentado por dos carburadores y acoplado a una caja de cambios Cotal controlada electromecánicamente con mejor manejo que la caja de cambios manual de cuatro velocidades estándar cuyas dos primeras marchas no estarían sincronizadas. Ambos modelos se diferenciarían, además de la obvia carrocería, en que el sistema de apertura de puertas Hotchkiss Anthèor serían de tipo convencional y no suicida, las que se abren de adelante hacia atrás, como en el Anjou. Además, el Anthèor se ofrecería en dos batallas diferentes, una de 2,92 metros y otra de 3,09.

La miniatura
El 8 de marzo de 2012 se ponía a la venta esta miniatura dentro de la colección Voitures Françaises d'Autrefois (Coches Franceses de Antaño) publicada por Altaya en el país vecino desde enero de ese año y que a través de 90 entregas haría un repaso a los fabricantes de los años 1930 hasta 1990 poniendo especial atención a aquellos menos conocidos o marcas desaparecidas hoy en día como Facel-Vega, Monica, Panhard, SOVAM o Hommell entre muchos otros, sirviendo la colección como un formidable complemento de otras publicadas por la misma editorial como Voitures Classiques (Coches de Época en España) o la versión francesa de Nuestros Queridos Coches (Nos Chères Voitures d'Antan). Las miniaturas, al igual que las otras colecciones mencionadas, estarían realizadas por IXO Models en China y contaría para lo bueno y lo malo con la calidad típica de estos modelos vendidos masivamente en kioscos ofreciendo como ventaja, además de su bajo precio, la posibilidad de conseguir modelos nunca realizados anteriormente a escala 1/43.