El transporte de pesadas cargas de un punto a otro es casi tan antiguo como el hombre, primero con esclavos, luego con bueyes, más tarde con caballos y más recientemente con el ferrocarril, el transporte de mercancías ha sido uno de los pilares en donde se ha sustentado la evolución de la humanidad. En los albores del siglo XX, con la invención del motor de gasolina aparecen las primeras huellas de los camiones en las polvorientas carreteras de la época. Junto con las mejoras tecnológicas en los motores, llantas, transmisiones y la mejora de las carreteras, los camiones han convertido el transporte en una industria en sí misma. Compañias que crecieron y se hundieron, recesiones, regulaciones, desregulaciones, nuevas regulaciones, cambios políticos mundiales, etc, no han conseguido impedir que los vehículos industriales sigan siendo la columna vertebral de cualquier sociedad avanzada.