Mazda Motor Corporation
FIA World Rally Championship

En el mundo de la competición automovilística, Mazda tendría un éxito significativo con sus modelos con motores rotativos Wankel en una amplia gama de disciplinas y series de competición en todo el mundo. Varios modelos de Mazda se inscribirían en el Campeonato Mundial de Rally (WRC) en la década de 1970 y principios de la de 1980 por parte de importadores locales que no tendrían el respaldado de la fábrica. En 1982, Achim Warmbold, ganador de dos pruebas del WRC en 1973, fundaría Mazda Rally Team Europe y elegiría uno de sus coches más populares del fabricante japonés, el Mazda RX-7, para competir en rally frente a los rivales del Grupo B con motores turboalimentados y tracción en las cuatro ruedas.

A diferencia de otros coches del Grupo B como el Audi quattro y el Peugeot 205 Turbo 16, el RX-7 era bastante más cercano a su versión de calle con su motor Wankel de aspiración natural y tracción trasera, siendo su mejor resultado un tercer puesto logrado por Ingvar Carlsson en el difícil Rally Acrópolis de 1985, el propio Achim Warmbold se colocaría sexto en ese rally. Estos resultados llamarían la atención de Mazda que, en lugar de respaldar al RX-7 del Grupo B, decidiría poner su esfuerzo detrás de un Mazda 323 del grupo A, entonces la segunda clase en el WRC con modelos más cercanos a los coches de producción, con el que la marca japonesa aprovecharía para promover nuevas tecnologías como la turboalimentación y la tracción en las cuatro ruedas.

El Grupo B sería cancelado al final de la temporada de 1986 tras varios graves accidentes y el Grupo A pasaría a ser la clase principal del WRC. Mazda ficharía al excampeón mundial Timo Salonen para la campaña de 1987 con el ahora conocido simplemente como Mazda 323 4WD con tracción a las cuatro ruedas y turboalimentado, pero el motor solo tenía una capacidad de 1.600 cm³, a diferencia de competidores como Lancia, Ford y Audi que usaban motores de 2.0 litros. No obstante, la forma compacta del coche y el peso relativamente ligero jugarían en ocasiones a favor de Mazda, como ocurriría en la victoria en el Rally de Suecia de 1987 a cargo de Timo Salonen, pero el coche adolecería al mismo tiempo de poca fiabilidad y sería incapaz de seguir el ritmo de otros fabricantes como Lancia e incluso como Volkswagen o Renault, ambos con modelos similares al coche japonés.

Para la temporada de 1988, el equipo de Achim Warmbold ficharía a Hannu Mikkola, campeón del mundo en 1983, con la esperanza de lograr un mayor éxito. Sin embargo, estos no llegarían, el mejor resultado sería un segundo puesto para Salonen en Finlandia. Un año más tarde, el esfuerzo del equipo daría mejor resultado y se obtendrían dos victorias a manos de Ingvar Carlsson en Suecia y Nueva Zelanda. Mazda haría un último esfuerzo en convertir al 323 en un coche capaz de ganar el WRC e introduciría el Mazda 323 GT-X a mediados de la temporada de 1990.

A pesar de que el manejo del automóvil era bueno y la capacidad del motor se incrementaría a 1.800 cm³, el factor de fiabilidad continuaría siendo un problema y el coche no lograría convencer en términos de resultados y el constructor japonés se retiraría del WRC después de la temporada de 1991 después de sumar tres victorias y de que la versión del coche para el Grupo N ganasen su campeonato en 1988 con Pascal Gaban, con victorias en Grecia y Costa de Marfil, y en 1991 con Grégoire de Mévius, qien ganaría en Portugal y Argentina, dos años más tarde Alessandro Fassina ganaría también el Campeonato Mundial de Rally de Producción con este coche tras vencer en Portugal, Grecia y España.

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Mazda 323 GT-X

El vehículo

1991
Mazda 323 GT-X #10
Mazda Rally Team Europe
Hannu Mikkola
Johnny Johansson
FIA World Rally Championship
25º/11 Puntos
Rallye Automobile de Monte-Carlo
AB
IXO Models/Altaya
Colección: Rallye Monte-Carlo - Les Voitures Mythiques - Nº 120/130

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